domingo, 14 de agosto de 2022

Te voy a amr siempre

 He estado dejándole tiempo al silencio para ver si él acallaba nuestra historia. Dejé de escribir porque llegó un momento en que pronunciarte me provocaba angustia. Así que me llené de cosas qué hacer para poder camuflar el motivo por el que decidí dejar de escribir. No tengo tiempo, decía. Pero lo que no tenía eran ganas de dedicarte una sola palabra más. Como si el olvido tuviera algo que ver con el duelo, qué sé yo. Pero ayer escuché a una mujer hablar sobre la ilusión del amor y ese gusanillo que se siente cuando vas a ver a alguien que te encanta, y recordé aquellas cosas que no volví a sentir con otras y que tan feliz me hacían. Me di cuenta, entonces, que no es que aún te recuerde, es que todavía te amo. Como se ama a alguien que inicia su vida en otro lugar y que no vas a volver a ver. Como se quiere a quien te ha hecho muy feliz, aunque ya no vaya a serlo más junto a ti. Un te amo de esos que duran para siempre, estés donde estés. Esté yo, con quien esté. Te amo como amo a la mejor parte de mí, la que estaba loco y saltaba por la calle. La parte de mí que se estremecía -y se estremece- al recordar tus manos. Un abrazo por la espalda, una canción para dos. Te amo como se deben amar todos los defectos y virtudes que uno tiene. Porque quererte fue un acto reflejo, una casualidad inevitable, una forma de vivir. Por eso, que no te engañe la vista cuando no me ves, ni el oído cuando no me oyes, ni el tacto de esas manos con las que ya jamás me tocarás, ni el gusto de la boca donde siempre amanecía. Que no te engañen los sentidos que no muestran lo que siento. Porque, aunque no pudo ser, yo, amor de mi vida, te voy a amar siempre.  


Te voy a amr siempre

  He estado dejándole tiempo al silencio para ver si él acallaba nuestra historia. Dejé de escribir porque llegó un momento en que pronuncia...